Desde 1925 hasta 1930 ocupó la cartera de Hacienda, al frente de la
que estuvo hasta enero de 1930. Durante este período pretendió la
reforma del sistema capitalista español mediante la aplicación de
medidas, como la creación del Monopolio de Petróleos y del Banco
Exterior de España, o la intensificación recaudatoria y el reforzamiento
de la inspección tributaria. También inició los trámites para la
implantación de un impuesto único sobre rentas y ganancias.
Con el triunfo de la República en 1931 se exilió a Portugal y
posteriormente a Francia; se dedicó al periodismo. Fue elegido diputado
de las Constituyentes, pero no regresó por el enjuiciamiento al que
fueron sometidos los colaboradores de Primo de Rivera. En 1933 volvió a
ser reelegido como diputado; regresó a su país un año después y se
dedicó a la lucha por la unidad de España, el Catolicismo, la
Monarquía, la Justicia y el Ejército. Murió asesinado el 13 de Julio de
1936 y, cinco días después, se produjo el Alzamiento Nacional, comienzo
de la Guerra Civil, por lo que se considera que su muerte fue el detonante
de la contienda.
Escribió: Estudio económico de la Hacienda española, En defensa propia,
Mis servicios al Estado, La voz de un perseguido, Proceso histórico y El
catolicismo contemporáneo y su evolución.
